La noche huele a
ti, tal vez es la puerta que hace horas abrí
para saber de ti; saber de ti y
sentirme como en un jardín
donde puedo percibir todos los aromas del mudo.
Esta
noche huele a ti, porque extraño el aroma de los sueños,
el olor de mar embravecido. La noche huele a ti, lasciva y pura,
noche que está de mi lado, es
la noche de la magia, huele a rosas,
miel, sal y jazmín, huele a ti, es la
hora del ensueño, es la hora
de buscar un pedazo de cielo que sirva de cobijo para dormir.
La noche huele a ti, porque tu aroma respiro y enloquece
mis sentidos, cada instante, en este silencio largo que embriaga
y perfumas con tu aroma, con tu voz. Aroma
silvestre que agita
con delicadeza las alas que tienen los sueños para robarte
un instante y poder estar cada noche a tu lado, en estos
los segundos de cada
hora, en este silencio que te envuelve,
en este misterio que escondes, en esa melodía oculta, en tu voz
de media noche, en este aroma que existe en
cada rincón
de tu piel, en cada flor que nace y en cada rosa que percibes;
porque esta noche respiro tu aroma; porque esta noche huele a ti.
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