Esta noche escuchando la
canción que cae de los árboles.
Esta noche que la luna
esta conmigo y es testigo de los paseos noctámbulos
que pintas los versos
que se dibujan y se escriben cuando se baila con la lluvia, escuchando el suave
sonido que resbala por las rendijas, y se puede tocar y abrazar e inventar un
lugar en cada estrella, dibujar de color la luz y hacer más dulce lo real
e inventar lo irreverente de la libertad.
Podría ser el amor la palabra sin voz que
despacito te despierta a media luz, podría ser el pensamiento latente que
inquieta los amaneceres, o el misterio que sientes y se escucha lejano en esa
simple y dulce manera que tiene el alma ante la voz tierna que dice la
verdad.
Podría esta noche estar
en el silencio y decirle al sol que lo siento, al rio que va cuesta abajo
detrás del horizonte, a la luna que se mueve coqueta, al aire que se toca
discreto, a las palabras que se escriben ligeras cerrando los parpados con el
brillo húmedo de los ojos, con el latido único de la sangre, respirando su
presencia, su aire, su aliento, haciendo de la voz un murmullo que siempre se
escucha.
Podría ser que tu nombre
esté surcando el cielo y de repente despierte sin abrir los ojos.
Podría ser que exista en ti el amor, respirando
sin ritmo y sin rima, escribiendo sin prisa y sin pausa.
Podría ser que exista, yo que solo sé de cielos
claros, de luces ardientes, de lunas vagabundas, de vientos suaves, de alas y
letras de amor que viven en mi y se escribe sin voz.
Podría ser que exista la inquietud, podría ser
que nunca toque la luna, pero se que existe el amor y simplemente nunca dejará
de ser el sentimiento más bello que existe en el Universo.