Dos almas
soñadoras, inquietas, como estrellas brillantes y fugaces
que aman la vida, que quieren volar, y en el loco juego de los sueños
quieren sus
alas desplegar. Somos de los que saben amar intensamente,
de los
que miran hacia un mismo destino y aman del mundo, la natu
raleza y la libertad. Somos de los que encuentran amor en cada suspiro, en
la sonrisa
de un niño, o en el perfume de las flores, somos de los que bus-
can poesía
en las palabras o en la lluvia, de los que crean versos en unas
cuantas
letras silenciadas.
Somos
corazones libres que no se rinden, somos los que buscan, los que ríen
y lloran,
los que suspiran ante una canción, los que saben reconocer sin ver
señales de
amor, los que se quedan atrapados en un sueño, pensando
que tenemos
atrapada la luna en los ojos y el brillo en el corazón.
Somos los
mismos que caminamos y sin quererlo amamos, somos quienes
construimos
un cielo para dos, tan azul e inmenso, tan profundo y bonito,
con tal
magnitud en poder y fuerza, que miramos en un pedazo de luna
la felicidad hecho de dulces estrellas.
Somos destellos
de luna y corazones suaves, tiernos y empapados de locura,
escribiendo
sobre un lienzo inmenso letras que de a poco van quedando
atrapadas y
enamoradas con tinta de sonrisas y lágrimas de felicidad,
plasmando sentimientos de apuño en hojas en blanco que se guardan
en el corazón.
plasmando sentimientos de apuño en hojas en blanco que se guardan
en el corazón.
Tiempo de
amor y en ello versos con mi perfume para tu corazón.
Dulces
caricias escritas, escuchando la voz de tu mirada.
Dos corazones,
dos almas destinadas a amarse por siempre.
Hoy para el mundo unas cuantas letras, para nosotros un mundo construido
con letras escritas para el corazón.
La medida perfecta para perpetuar el amor.