Nunca te he
dicho cuanto te quiero, pues ni yo misma lo sé.
Nunca te he
dicho que fui a cortar una estrella a la azul inmensidad.
Es una
estrella bonita, es una estrella de amor que siempre quiero
que habite
en nuestro corazón.
Nunca te he
dicho que la vida es un sueño maravilloso del cual
no quiero
despertar; aunque los sueños no besan, no acarician,
ni te hacen
estremecer cuando te dicen te amo; en cambio
si nos
iluminan y llenan de a poco la vida, el alma, el tiempo y espacio,
y hacen pétalos de mil colores cada noche en tus sueños.
Nunca te he
dicho que lo más bello del mar es aquello que no hemos
visto, y los
días más hermosos son aquellos que aun no los hemos vivido.
Nunca te he
dicho de qué lado se siente tu voz, cuando te pienso
y te sueño,
nunca te he dicho que tanto te echo de menos,
nunca te he
dicho que he llegado a soñarte y por eso mi cabeza
ya no puede
olvidarte, nunca te he dicho que me falta el aire si escucho
tú nombre
y me siento tan feliz a la hora de dormir, como si al lado
tu
estuvieras y le hablo al aire como si me entendiera.
Nunca te he
dicho que te podría regalar la luna y cada una de las mil
estrellas;
ni te he dicho que pienso en ti cuando tu no estas; en cambio
alguna vez
te he dicho que te extraño, alguna vez te he dicho
que
conquistaste mi silencio, que he perdido, pero te he ganado,
porque
vives en mi, y en cada parte de mi corazón.
Nunca te he dicho que lo mejor de todo lo que tengo que decirte,
Nunca te he dicho que lo mejor de todo lo que tengo que decirte,
aún no
te lo he dicho.