Llévame contigo siempre, llévame en ti, en ese
murmullo silencioso, que vive en tu pecho de tú lado
izquierdo, ahí donde existo siempre, ahí, donde mejor
me amas.
Llévame hasta el fin del mundo, siempre a tu lado,
muéstrame la magia de tu libertad, en esas tus palabras
tiernas, en versos, en frases bellas bajo las nubes
de algodón, con la inmensidad de un suspiro, con besos
que llenan toda la vida y detienen el tiempo antes de que
el sol despierte.
Llévame en tu ser como si fuera parte de él, de la brisa
que abraza, de la noche que cobija, de cada una
de las estrellas que iluminan.
Llévame contigo siempre en tú lado izquierdo.
Llévame a tu nuevo cielo, llevame contigo, a compartir
tus sueños, compartiré los míos, dame del fuego
de tu mirada, de tu aire para respirar, del olor
de tus labios donde emana toda tu ternura y, deja
que mi boca se haga oídos, que tu piel sea paraíso,
que su propio idioma invente y lo convierta
en canto divino.
Dame de esa ternura tan tuya, del suspiro del amor
que guardan las palabras donde el tiempo detiene
sus manecillas cuando me miro en tus ojos y beso
tus labios.
Llevame hoy en tus sueños, en las palabras, en el gesto
delicado que sale del alma, en la forma en que me amas,
en el decir claro de un Te Amo.
Lléname de amor y ternura; porque hoy quiero llenar
mis hojas de apretadas letra que hablen de amor.
Llévame siempre contigo, llename siempre de amor,
que yo siempre amor te llevaré conmigo.